Se dice a menudo que la primera educación, la educación de los primeros meses y de los primeros años de la vida, es muy importante.
Y no lo dudo, es cierto, es absolutamente cierto.
No tiene tanto que ver con las enseñanzas, con el comportamiento que traten de inculcar los padres al hijo/a. En realidad, se trata del respeto a sí mismo que se inculca al niño/a y deriva del respeto que el adulto tiene por él.
Es una manera de ser que inspira al niño/a confianza o desconfianza en sí mismo/a, el orgullo de su ser y de sus iniciativas, que le da seguridad de ser siempre querido/a, aún cuando a veces lo/a regañen.
El nacimiento de un hijo, sobre todo el del primero, es esperado en un ambiente de expectativas, repleto de felicidad y ansiedad.
El nacimiento de un hijo aumenta la alegría de los padres.
¡! Cuánto tiempo de espera por un ser tan pequeño e indefenso¡¡
Pero… ¡¿ Estarán los padres preparados para recibirla ?
¿Esta hija, que ahora aparece, encontrará siempre en el hogar amor, paz y cariño ?!!.... ¿Sabrán los padres educarla y prepararla para la vida?
Y aquí está esa hija, soy yo Noemí, bastante crecidita, con edad más que suficiente para el abuelazgo, y bendito sea Dios ¡¡¡Soy abuela ¡!!! Ye Ye, según me bautizaron. Deseando acceder a un nuevo estilo de este rol, y llevar a cabo una misión más discreta pero también más decisiva porque digo esto: “porque también se dice o se piensa que los abuelos pueden llegar a ser la mejor o la peor solución del mundo”.
Esperanzada en cumplir un papel que ayude a apaciguar los ánimos en los vínculos en la vida familiar por los conflictos que puedan surgir de ellos, por medio de formas y gestos de apoyo que alivien las responsabilidades de los padres sin hacerles perder su autonomía, ni pedir contrapartidas.
Hoy se es abuela o abuelo por un período de vida muy largo y por lo tanto muy diverso, podría decir según mi experiencia entre los treinta y los noventa…..? Y existen muchas clases de abuelos los que quisieran hacer más de lo que hacen y otros que desearían hacer menos ,los que se llevan muy bien con sus hijos y nietos y aquellos que no tanto, y también están ,y
Deseo sean los más numerosos, los que negocian sus relaciones día a día.
Reflexionando sobre lo anterior yo diría que el ser abuela, es una “gran profesión”.Se necesita tiempo, técnica, diplomacia, discernimiento…. Pero a esta edad, todo esto ya se ha cultivado.
“Las familias son miniculturas; comparten lenguaje,
Actitudes y conductas. Estas características
Tienden a ser representadas en cada generación ,
y pasadas a la próxima”.
Carolyn Foster
Habiendo llegado a este tramo de mi escrito y pensando que pude haber dejado delineado, cómo buena parte del” liderazgo” la he podido observar y asimilar de personas que no son ni fueron líderes formales.
Entonces, recorro mis recuerdos y aunque se que los tiempos han transformado las prácticas y con ello las habilidades y características que demanda de los líderes, los míos, los que ya no están cerca y los que aún me acompañan, como mi madre, mujer descendiente de vascos y tamberos tiene vigente el perfil del líder que pudo corresponder a su momento y circunstancias.
Y como, además considero y admiro su capacidad de líder natural, que ha tenido la posibilidad de interactuar con su entorno familiar cercano y el ampliado, donándose con eficacia y orientar con eficiencia a todo aquel que requirió su ayuda, y en verdad que fueron muchos, padres, hermanos, sobrinos, amistades, empleados y hasta jefes, en sus distintas ocupaciones, a lo largo de su vida, que Dios le prodiga hoy con 92 añitos, me constan los buenos conceptos y agradecimientos que ha recibido por ser tan buen ser humano.
Líder proactivo, con su escaso quinto grado, en su pueblo natal Derqui, partido de Pilar, supo saber hacia dónde iba y cómo organizarse.Aprendió de todo un poco y también, conocer los aspectos que pueden afectarnos y los obstáculos que opacan el bienestar o la felicidad.
Es entonces cuando pudo demostrar que puede hacerse frente a todo eso, y todos juntos,”en equipo”, tomar en el camino las herramientas útiles, para sobrellevar cualquier adversidad, enfrentarla, contrarrestarla y aprender de ello para experiencias futuras.
Va mi homenaje y mi admiración a tantos seres como mi madre, que la recompensa total a este estilo de vida, es haberlo hecho bien. Alentarme siempre a que vea que podía llegar mucho más allá de donde estaba en ese momento.
Hola Noemí, qué lindo leerte abuela! Es verdad que hoy tenemos nuevos "abuelazgos" duran mucho, rol diferente. Interesante reflexionar sobre eso. Y me gusta como casi sin querer queriendo te fuiste para Celia, se lo mostraste? Muchas gracias por compartir un poco de tu vida.
ResponderEliminarLuz